Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 1 de octubre del 2021

En su visita al Vaticano, Mons. Rogelio Cabrera López Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, compartió los desafíos a los que se enfrenta México actualmente y la respuesta que la Iglesia ha brindado ante el fenómeno migratorio.

En una entrevista para Radio Vaticano-VaticanNews, el también Arzobispo de Monterrey mencionó las tres principales problemáticas que emergen al país Mexicano:

“Tenemos este desafío los Obispos de México de llamar y convocar al pueblo a responder de manera comunitaria a estos problemas, que no son solo de la autoridad sino de todo el país. Y queremos también ser solidarios en la búsqueda de soluciones. Ahí están los tres grandes problemas: problemas de salud, problemas de pobreza y desde luego de seguridad y de paz social”.

A su vez, se le cuestionó sobre el compromiso que la Iglesia de México tiene para con las personas que han salido de su país de origen y forman parte del fenómeno migratorio:

“México tiene una vocación de ser un corredor humanitario. Somos el pasillo natural, de centro y Sudamérica y del mundo entero hacia los Estados Unidos. Entendemos cuál es nuestra vocación de ser huéspedes y de que permitamos que haya una ruta segura hacia dónde quiere ir la gente”.

“En este momento de modo especial el pueblo de Haití que ha sido golpeado por muchas situaciones de violencia, de pobreza y con la grande necesidad de buscar una mejor vida. México está en este desafío de recibirlos y de ser hospitalarios, ser amigables”.

Monseñor Rogelio, compartió la situación que actualmente vive la Arquidiócesis de Monterrey, ante la reciente llegada de los 1200 hermanos Haitianos y de la respuesta que ha tenido el pueblo para con ellos y resaltó el apoyo que la Iglesia de Tapachula ha brindado, siendo la zona más inundada de migrantes :

“La población en México y desde luego en el Norte, allá en Monterrey ha sido muy buena. Hicimos la convocatoria, gracias a Dios podemos darles de comer, podemos ofrecerles la atención básica de salud, pero también estamos apoyándoles para que tramiten sus permisos y desde luego su causa de refugio en los Estados Unidos”.

“México es amable creo yo, aunque haya personas que abusen de la autoridad, pero los ciudadanos, el pueblo en general, los está recibiendo bastante bien con amistad, con respeto”.

“La Iglesia de Tapachula, en medio de su pobreza, han tendido la mano desde su pobreza les han compartido el alimento y les han ayudado en el momento más difícil de su salud”.

Como Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, señaló la importancia que tiene que los Obispos de México intercedan ante las autoridades para exigir la ayuda y el respeto de los derechos humanos de quienes viven vulnerables en la ola migratoria:

“No debemos de callar esta exigencia desde que salen, hasta dónde llegan. Tienen el sueño americano, pero también creo yo que algunos se están convenciendo de que al menos temporalmente estarán en México; queremos que encuentren ahí hogar, que encuentren ahí trabajo, aunque no las mismas prestaciones y los mismos costos de Estados Unidos, pero creo qué hay un momento de mucha hospitalidad”.

“Nos hemos hecho eco de la preocupación del Santo Padre, tenemos muchas casas de migrantes a lo largo del país. Están todos los sacerdotes y los encargados de las casas, con muy buen ánimo, cansados pero sin dejar de luchar y de atender a esta emergencia humanitaria”.

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