Aunque la obtuvieron en otros estados, decenas de haitianos han llegado a Monterrey en busca de trabajo. Foto: Imelda Robles

Imelda Robles. EL NORTE

Monterrey, México(30 noviembre 2021).- Melianette, una mujer haitiana de 24 años, es mamá de Naidarline, de 3 años, nacida en Chile, y ambas recibieron una visa por razones humanitarias, un documento con vigencia de un año que las protege en México de cualquier intento de repatriación.

Melianette dice que el jueves pasado se las otorgaron en Campeche y el sábado, junto con un grupo pequeño de haitianos que también obtuvieron el documento, se trasladaron a Monterrey.

«Nosotros queremos trabajar y establecer una vida normal para mi niña y trabajar duro para progresar», comparte, «trabajar de cualquier cosa, lo que encuentre».

«No quiero ir para Estados Unidos porque me deportan, quiero quedarme tranquila. Buscar lo primero, una casa, y lo segundo, buscar trabajo para pagar la renta».

En la calle Miguel Nieto, frente Casa Indi, hay decenas de haitianos que ya tienen una visa por razones humanitarias que les otorgaron en otros estados y llegaron a Monterrey porque les dijeron que en esta Ciudad hay más oportunidades de empleo.

Jean, de 32 años, obtuvo la credencial el miércoles pasado. Casi no habla español.

«Él quiere trabajar, cualquier cosa, él necesita un trabajo para comer y para pagar casa también», expresa Almance, un haitiano de 36 años que traduce lo que dice Jean.

En contraste, Almance lleva dos meses en Casa Indi y sigue esperando este documento. Señala que pueden laborar en la construcción o en cualquier trabajo de mano de obra.

Ivrose, de 45, es otra mujer haitiana que recién recibió su visa por razones humanitarias, habla poco español, pero repite que busca empleo.

«Yo quiero trabajar», dice, «lo que sea».

Ayer se publicó que el Padre Felipe de Jesús Sánchez, fundador de Casa Indi, informó que unos 900 haitianos que vivían en el albergue ya iniciaron su trámite para obtener este mismo documento.

¿Qué es la visa por razones humanitarias?

Es un documento que se les puede otorgar a extranjeros víctimas de violencia o de catástrofe natural en sus países de origen. Tiene vigencia de un año y les permite a los migrantes trabajar.

Con esta credencial los extranjeros pueden buscar su condición de refugiado y posteriormente su residencia permanente.

En septiembre la calle Miguel Nieto, afuera del albergue, se convirtió en un campamento improvisado de haitianos, pero ayer se corroboró que disminuyó en gran medida.

Personal de Casa Indi lo atribuye a que muchos, tras iniciar su trámite migratorio, empezaron a rentar viviendas.

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